Cuando los correos llegan más rápido que los buenos días, hay una pregunta empieza a resonar con fuerza en muchas empresas:
¿Necesito un protocolo de desconexión digital?
La respuesta corta es: sí, y probablemente antes de lo que crees.
¿Tu empresa respeta el derecho a la desconexión digital?
Desde Deme Soluciones te ayudamos a implantar un protocolo de desconexión que no solo mejore el bienestar del equipo, sino que también cumpla con la normativa de protección de datos y las obligaciones legales laborales.
Consúltanos y te ayudamos a aplicarlo correctamente.
¿Qué es exactamente el protocolo de desconexión digital?
La liquidez es la capacidad de una empresa para hacer frente a sus obligaciones de pago en el corto plazo. Es decir: tener dinero disponible para pagar nóminas, proveedores, impuestos o alquileres sin necesidad de endeudarse.
Una empresa sin liquidez puede entrar en una situación de bloqueo, incluso aunque tenga pedidos, clientes y facturación.
El protocolo de desconexión digital es un documento que establece las medidas y buenas prácticas para garantizar que los trabajadores puedan respetar su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, sin estar obligados a atender llamadas, correos o mensajes relacionados con el trabajo fuera de su jornada laboral.
Este protocolo no solo es una herramienta de conciliación, sino también una obligación legal derivada del artículo 88 de la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD).
La ley reconoce el derecho a la desconexión digital, y establece que las empresas deben desarrollar políticas internas que lo garanticen, especialmente en casos de trabajo a distancia o uso habitual de medios digitales.
No se trata solo de apagar el móvil. Se trata de:
- Proteger el tiempo de descanso, permisos y vacaciones.
- Promover la conciliación laboral y familiar.
- Evitar riesgos psicosociales vinculados al uso ininterrumpido de las TIC.
- Cumplir con el artículo 88 de la LOPDGDD (Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales).
¿Qué debe contener un buen protocolo de desconexión digital?
Aunque no existe un modelo único, un protocolo eficaz debería incluir, al menos:
- Una declaración del derecho de los trabajadores a desconectar fuera de su jornada.
- Ámbito de aplicación: ¿A qué trabajadores afecta? ¿Incluye teletrabajo, trabajo híbrido, cargos directivos?
- Las franjas horarias de disponibilidad y no disponibilidad, según turnos o modalidades de trabajo.
- Los medios de comunicación admitidos y cuándo deben utilizarse.
- Excepciones justificadas (emergencias, servicios críticos, etc.).
- Medidas de sensibilización y formación en el uso responsable de la tecnología.
- Supervisión, revisión periódica y posibles sanciones internas en caso de incumplimiento.
- Procedimiento de actuación: Cómo deben actuar empresa y trabajadores ante estas situaciones, uso programado de correos, reuniones dentro del horario, delegación de tareas, etc.
Además, si existe representación legal de los trabajadores, su participación en la elaboración del protocolo es obligatoria.
¿Cómo elaborarlo (sin morir en el intento)?
Aunque pueda parecer un documento sencillo, lo cierto es que su contenido tiene implicaciones legales importantes: afecta a la organización del trabajo, las relaciones laborales, la protección de datos y el cumplimiento normativo.
Por eso, es importante:
- Analizar los medios tecnológicos y de comunicación que se usan en tu empresa.
- Adaptar el protocolo a los horarios reales de tu equipo
- Establecer excepciones justificadas, bien reguladas y documentadas.
- Coordinar el contenido con el comité de empresa o representantes, si los hay.
- Integrarlo en el reglamento interno, planes de igualdad o políticas de recursos humanos.
Una redacción ambigua, contradictoria o desproporcionada puede acabar generando más problemas que soluciones.
¿Qué pasa si no lo tengo?
No contar con un protocolo de desconexión puede tener consecuencias:
- Incumplimiento del deber legal establecido en la LOPDGDD.
- Riesgo de sanciones de la Inspección de Trabajo.
- Conflictos laborales por exceso de disponibilidad fuera de horario.
- Daño en la imagen de la empresa y pérdida de talento.
Además, cada vez más empleados y sindicatos reclaman este derecho, y su ausencia puede ser objeto de denuncia ante la autoridad laboral o la AEPD, si se vulnera la privacidad o los derechos digitales.
¿Y si ya tengo uno, pero nunca lo he aplicado?
Entonces no tienes nada. El protocolo debe estar:
- Firmado y difundido entre la plantilla.
- Aplicado de forma coherente.
- Revisado periódicamente.
- Integrado en las políticas de RRHH, igualdad, etc.
¿Puedo hacerlo yo o necesito asesoramiento legal?
Aquí viene el consejo más importante: sí puedes intentarlo por tu cuenta, pero…
Un protocolo mal hecho es como no tener protocolo.
O peor: puede dejarte más expuesto en caso de conflicto legal.
Escríbenos y te ayudamos a elaborar el protocolo de desconexión digital que tu empresa necesita.
Porque desconectar no es un lujo: es un derecho. Y también una forma inteligente de evitar riesgos legales evitables.

Especialista en protección de datos y cumplimiento normativo. Con experiencia en el sector energético y financiero, completó un Máster en Protección de Datos y Acceso a la Abogacía. Tras ejercer en Canarias, regresó a Zaragoza y en 2023 se unió a DEME Soluciones 360, aportando su experiencia legal en auditoría y consultoría.