«Si empieza a construir la casa por el tejado, puede que se le derrumbe encima.»
El cuadro de mando integral (CMI) es una herramienta estratégica que permite controlar los objetivos empresariales a través de indicadores organizados en cuatro niveles.

El orden es sumamente importante. El fin máximo de un negocio es generar beneficios (éxito financiero). Para ello, los clientes deben estar plenamente satisfechos, lo cual sólo se consigue si los procesos internos de la empresa funcionan correctamente. Para asegurarnos de que así sea, el primer paso es esforzarnos para que el personal esté bien preparado (formación constante), se sienta valorado (incentivos) y trabaje contento (motivación). No pase de fase hasta haber resuelto los problemas del nivel anterior.